«Sueño de Dédalo, arquitecto y aviador, de Antonio Tabucchi»
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi (nacido en Vecchiano, provincia de Pisa el 24 de septiembre de 1943) es un escritor italiano, profesor de Lengua y Literatura Portuguesas en la Universidad de Siena.
Visceral mente enamorado de Portugal, es el mejor conocedor, crítico y traductor italiano del escritor portugués Fernando Pessoa. Tabucchi conoce la obra de Pessoa en los años sesenta, en la Sorbona, le
fascina de tal forma que a su regreso a Italia acude a clases de portugués para comprender mejor al poeta.
Sus libros han sido traducidos en dieciocho países. Junto a Maria José de Lancastre, su esposa, ha traducido al italiano muchas de las obras de Pessoa. Ha escrito, además, un libro de ensayos y una comedia teatral sobre él.
Ha obtenido el premio francés «Médicis étranger» por su novela Notturno Indiano, y el premio Campiello por Sostiene Pereira.
Algunos de sus libros más conocidos son Notturno Indiano, Piccoli equivoci senza importanza, Un baule pieno di gente, Gli ultimi tre giorni di Fernando Pessoa, Sostiene Pereira, La testa perduta di Damasceno Monteiro y Si sta facendo sempre più tardi. Varios de sus libros han sido llevados al cine, entre los que destaca Sostiene Pereira, donde Marcello Mastroianni destaca en una de sus últimas interpretaciones, en 1995, sólo un año antes de su fallecimiento. En 2004 recibió en España el Premio Francisco Cerecedo de periodismo.
En la mitología griega, Dédalo (en griego Δαίδαλος Daídalos) era un arquitecto y artesano muy hábil, famoso por haber construido el laberinto de Creta. Dédalo tuvo dos hijos: Ícaro y Yápige.
Dédalo y Perdix
Dédalo estaba tan orgulloso de sus logros que no podía soportar la idea de tener un rival. Su hermana había dejado a su hijo Perdix a su cargo para que aprendiese las artes mecánicas. El muchacho era un alumno capaz y dio sorprendentes muestras de ingenio. Caminando por la playa encontró una espina de pescado. Imitándola, tomó un pedazo de hierro y lo cortó en el borde, inventando así la sierra. Unió dos trozos de hierro por un extremo con un remache y afiló los extremos opuestos, haciendo así un compás. Dédalo tenía tanta envidia de los logros de su sobrino que cuando un día estaban juntos en lo alto del templo de Atenea en la Acrópolis, aprovechó la oportunidad y lo empujó. Pero la diosa, que favorece al ingenio, le vio caer y cambió su destino transformándole en un pájaro bautizado con su nombre, la perdiz. Este pájaro no hace su nido en los árboles ni vuela alto, sino que anida en los setos y evita los lugares elevados, consciente de su caída. Por este crimen Dédalo fue juzgado y desterrado.
El Minotauro (del griego Μινόταυρος, Minótauros), era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El mito tiene su versión más completa en la Biblioteca mitológica de Apolodoro.1Su nombre significa «Toro de Minos», y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo,2 ubicado probablemente en la ciudad de Cnosos en la isla de Creta. Por muchos años, hombres y mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó en manos del héroe Teseo.
Nacimiento del Minotauro
Existen varias versiones acerca de la afrenta que ocasionó que la esposa de Minos, Pasífae, tuviera la necesidad de unirse al toro de Creta. La versión más extendida dice que Minos, hijo de Zeus y de Europa, pidió al dios Poseidón apoyo para suceder al rey Asterión de Creta frente a sus hermanos Radamantis y Sarpedón y ser reconocido como tal por los cretenses. Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro blanco que Minos guardó para sí.
En primer lugar, este personaje cuenta su sueño con un toque real y mítico, real por que habla de la arquitectura, de espacios octogonales, espacios circulares, espacios rectos, etc… Donde él se pierde entre sus lugares y de hay saca en este sueño a un ser mitológico. Él dice que es esbelta, ágil, y muestra al personaje como si tuviera una función importante.